Son realmente escasas las referencias con que contamos a la hora de analizar esta construcción, de indudable interés para historia del conflicto con Portugal de la primera mitad del siglo XVII. La principal fuente procede de las notas aportadas por Cesáreo Fernández Duro, quien refiere la existencia de un reducto con capacidad para 30 hombres presente en la comarca de Sayago, justo enfrente de Miranda do Douro, tal y como lo recoge la Memoria del Ámese de Campo don Francisco Jelder, sobre el estado en se halla la plaza y frontera de Zamora, fechado en 1647. Según ese documento, existió en una zona más baja, una explanada destinada al uso de la artilleria. En la memoria popular este lugar se denomina como El Fuerte Viejo o El Fuerte de Abajo, en contraposición con el nombre de El Fuerte Nuevo o Fuerte de Arriba.
Gracias a los diferentes mapas históricos, como el del portugués Pedro Texeira, de 1622, sabemos que los restos de Torregamones se identifican con el topónimo de Pencelo, mientras que Tomás López, en el año 1773 refiere en este espacio un castillo en ruinas. Estos datos, junto con las excavaciones arqueológicas nos indican la corta vida de esta construcción de defensiva, cuyo final se produciría en el siglo XVIII.
Su construcción debió de llevarse a cabo a mediados del siglo XVII y ha de ponerse en relación con los ataques de las tropas portuguesas a la frontera zamorana. Esto llevó a Felipe IV a levantar toda una serie de fortificaciones que recorrían la frontera por las provincias de Salamanca y Zamora, entre las que encontramos las de Albergueria de Argañan, Ciudad Rodrigo, Fuerte de la Concepción en Salamanca; y Carbajales de Alba, Alcañices, Torregamones y Puebla de Sanabria en Zamora. El Fuerte Nuevo (Torregamones) corresponde a un tipo de construcción que sigue los modelos poliorcéticos propios del Siglo de Oro. Este fortín o baluarte forma parte del modelo más simple de los existentes en las fortificaciones de frontera. Se trata de un baluarte o padrastro, en función de las necesidades, adopta una forma mas o menos compleja: así es como entre este baluarte y el Fuerte de Osuna o de Concepción (Aldea del Obispo, Salamanca), encontramos otros tipos con una complejidad de planta y tamaños tales como el Fuerte de Carbajales de Alba, el Fuerte de San Carlos (Puebla de Sanabria) o los recintos medievales de Ciudad Rodrigo.
El Fuerte Nuevo de Torregamones sería un fuerte de campaña. Este tipo de fuertes cuentan con diferentes características. Sería una obra de carácter perenne y no temporal. La construcción se localiza en un destacado cerro, cuya cota máxima se sitúa a 690 m. Se encuentra situado dentro de Los Arribes del Duero.
Las noticias históricas y arqueológicas que tenemos sobre este fuerte son escasas y hemos de recurrir a referencias escritas del siglo pasado. Situado en el pago de El Recoldo, posee unas condiciones naturales para la defensa, ya que salva un desnivel de 150 m respecto al río Duero. El acceso se realiza por Este. El control visual de su entorno es muy amplio, siendo mayor en dirección a Miranda do Douro.
Antes de comenzarse las excavaciones tan solo se identificaba un lomo de piedra de planta triangular, un chozo de pastor y un corral aledaño.
Los muros construidos en mampostería de granito en seco, ocupan una superficie próxima a los 350 m2. Se ha cegado por un gran cúmulo de piedras y tierra, procedentes del derrumbe del mismo.
Se encuentra dispuesto en un potente afloramiento granítico, con tres parapetos o cortinas. No requirió de foso. Su técnica constructiva es simple, dos lienzos en seco paralelos entre si, rellenos de pierdas y tierra, acotando un espacio triangular.
Respecto a los accesos, mientras al interior se realiza a través de dos escaleras de piedra abiertas en los flancos septentrional y meridional, se desconoce el acceso desde el exterior. El espacio interior se encuentra compartimentado en 3 habitaciones.