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lunes, 2 de mayo de 2011

El 'hombre cascanueces' se convierte en vaca (África)

El 'Paranthropus boisei', un pariente de la rama de los humanos que vivió en África Occidental hace entre 2,3 y 1,2 millones de años, acaba de perder su apodo de 'El cascanueces'. Una nueva investigación sobre su dentadura ha revelado que este homínido bípedo prefería comer hierba y juncos, con una dieta más parecida a la de las vacas que a la de otros primates.
Los primeros restos fosilizados del 'P. boisei' fueron descubierto por Mary y Louis Leakey en 1959, en la Garganta de Olduvai (Tanzania), quienes, debido a su gran mandíbula, los poderosos músculos masticadores y las muelas planas que tenía la especie, determinaron que su dieta la componían, fundamentalmente, frutos secos y duros, como las nueces. Y así se ha creído durante décadas.
Sin embargo, en los últimos años, algunas investigaciones sobre las marcas de desgaste en las piezas dentales ya indicaban que estos 'Paranthropus' seguramente preferían alimentos menos duros de roer, como las frutas suaves y la hierba, como recuerda el investigador Matt Sponheimer, de la Universidad de Colorado (EE. UU.).
En un trabajo publicado esta semana en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS), Sponheimer y sus colegas han realizado un nuevo trabajo, midiendo los isótopos de carbono que había en los fósiles para deducir su dieta. La conclusión es que su quijada y los dientes planos son típicos de quienes tienen que comer enormes cantidades de hierbas en una sola sentada. "Francamente, no esperábamos un primate equivalente a una vaca colgando de una rama lejana de nuestro árbol familiar", ha señalado Sponheimer.
El investigador reconoce que si hubieran presentado estos resultados hace 20 años en algún congreso, seguramente sus colegas científicos "se habrían reído a la salida de la sala". " Afortunadamente para nosotros, varios trabajos previos ya habían comenzado a cambiar los estereotipos existentes sobre la dieta de los primeros homínidos", apunta.
Isótopos de carbono
Para poder medir los isótopos, tuvieron que extraer diminutas cantidades de esmalte de 24 piezas dentales de 22 'P. boisei', encontrados en el centro y el norte de Kenia. El esmalte contiene isótopos de carbono que los primates absorbieron con los alimentos durante toda su vida.
Thure Cerling, responsable de esta parte del trabajo, reconoce que a los responsables del Museo Nacional de Kenia se les encogió el corazón cuando vieron que rompía un pedazo de diente, "pero merecía la pena", apunta.
En los ecosistemas tropicales, todos los árboles y arbustos, incluyendo los frutos y las hojas, utilizan el proceso llamado fotosíntesis C3 para convertir la luz del sol en energía, mientras que las hierbas de la sabana utilizan la llamada fotosíntesis C4
Al analizar el isótopo de los dientes, se observó que había muchos más isótopos relacionados con el C4 que con el C3, lo que indicaba que en la dieta de los 22 individuos fue en un 77% de hierbas y juncos durante al menos medio millón de años.
También compararon sus dientes con los de otros mamíferos que vivían en la sabana, como cebras, hipopótamos o jabalíes primitivos. Todos se alimentaban de las mismas hierbas, es decir, compartían el mismo menú que aquellos homínidos que eran capaces de caminar sobre dos pies.
A tenor de estos resultados, ahora se sabe que los 'Parantropus', aún siendo unos primos lejanos de la humanidad y descendientes de la especie de la famosa 'Lucy', preferían un menú muy distinto al del resto de los primates.
"Teniendo una buena idea de donde vivieron estas criaturas y qué comieron, podemos entender mejor las razones por las que algunos homínidos primitivos dejaron descendencia y otros no", señala Sponheimer.
En todo caso, en 2006, un equipo liderado por este investigador encontró a otro pariente de este simio, al que se le conoce como 'Paranthropus robustus' que, sin embargo, tenia una alimentación mucho más diversa de lo que se pensó al principio, lo que echó por tierra la hipótesis de que se extinguió por sus hábitos gastronómicos. Según se publicó en 'Science', el 'P. robustus' comía hierbas, juncos, semillas y es muy probable que animales pequeños.
La pregunta de por qué se extinguió el género, tiene varias posibles respuestas: o porque el género 'Homo', que hacía utensilios de piedra y hueso, le ganó la partida en la competencia por los recursos o porque su tasa de reproducción fue más lenta.
Por otro lado, este hallazgo obligará a revisar también la dieta de los 'Australophitecus', asegura Cerling. "La alta proporción de vegetación C4 en la dieta del 'Paranthropus boisei' es totalmente distinta a la de cualquier otro homínido que se conozca hasta la fecha, incluso su pariente más cercano y por ello es un ejemplo excelente para el estudio de otros miembros de nuestra familia evolutiva", concluye el investigador.

Fuente: El Mundo: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/02/ciencia/1304335338.html

martes, 26 de octubre de 2010

El primer humano fuera de África



MANUEL ANSEDE Madrid 26/10/2010

Nuestra historia parecía más o menos clara. Los primeros humanos modernos surgieron en África hace unos 150.000 años. Más tarde, hace 50.000 años, nuestros tatarabuelos salieron del continente para conquistar Asia. Y hace 40.000 años entraron en Europa, donde mucho tiempo después acabaron construyendo la Torre Eiffel. Pero ahora esta teoría se tambalea.
Los descubridores sugieren que el ‘Homo sapiens’ pudo nacer en Asia
Un grupo de investigadores chinos, dirigido por el paleoantropólogo estadounidense Erik Trinkaus y el chino Wu Liu, ha hallado un fragmento de mandíbula y dos muelas de un individuo que vivió en el sur de China hace unos 100.000 años. Era, inequívocamente, un Homo sapiens. La comunidad científica se enfrenta ahora a los restos de un hombre moderno que han aparecido en un lugar y en una fecha en la que no deberían estar y ponen patas arriba lo asumido hasta ahora.
Según los investigadores, los Homo sapiens coexistieron en Asia con los humanos arcaicos, lo que en Europa llamamos neandertales, durante más de 50.000 años. Y, según explica Trinkaus a Público, aprovecharon el tiempo juntos. "Se cruzaron", asegura el científico, de la Universidad Washington en San Luis, que ya describió en 2003 restos de los primeros humanos modernos europeos en Rumanía.
Sexo con descendencia
La mandíbula, desenterrada en 2007 en la cueva de Zhiren -en una zona montañosa de la región de Guangxi, pegada a Vietnam-, es prácticamente como la de cualquier humano moderno, pero más robusta, como la de los neandertales. Su edad, 60.000 años más que las evidencias conocidas hasta ahora, y morfología apuntan a que los Homo sapiens salieron de África mucho antes de lo que se pensaba, protagonizando "una dispersión con asimilación o continuidad poblacional con flujo genético", según los científicos.
Traducido a un lenguaje llano, los primeros humanos modernos abandonaron África hace más de 100.000 años y en su periplo por Asia copularon con otras poblaciones arcaicas. Y, según subraya Trinkaus, adoptaron un mismo estilo de vida. "Las diferencias de comportamiento entre estos dos grupos fueron más pequeñas y más sutiles de lo que se pensaba", señala el investigador.
Los restos apuntan a un cruce de hombres modernos con arcaicos
Los autores, no obstante, apuntan otra posibilidad en su artículo, publicado hoy en la revista PNAS: "El surgimiento de manera independiente de estos rasgos en Asia Oriental". Si se confirmara esta hipótesis, sería una revolución. El multirregionalismo, enemigo de la Teoría Fuera de África, sostiene que el Homo sapiens apareció de manera gradual en varios puntos del planeta. Para el paleobiólogo Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), "el hallazgo es contradictorio con todo lo que conocemos hasta ahora". No obstante, pide cautela, ya que "el multirregionalismo no ha sido aceptado por la mayor parte de la comunidad científica".
"En China son partidarios del multirregionalismo e, incluso, sostienen que el Homo sapiens pudo surgir en Asia, no en África", explica la paleoantropóloga María Martinón-Torres. Esta científica, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, va a colaborar este año con Wu Liu y tuvo en la mano la mandíbula de Zhiren durante una visita al Instituto de Paleoantropología de Pekín el año pasado.
"Tenemos que estar preparados para que todo cambie con las excavaciones en Asia", advierte. Los yacimientos en Europa y África "están muy trillados", según Martinón-Torres, pero nadie sabe qué se esconde en Asia.

miércoles, 7 de julio de 2010

Los humanos comían elefantes hace 1,3 millones de años (Tanzania)






Los humanos comían elefantes hace 1,3 millones de años (Tanzania)

Hace 1,3 millones de años sucedió algo fundamental en la evolución humana, un cambio que ayudaría a explicar por qué hoy hombres y mujeres viven en ciudades y organizan mundiales de fútbol. Un equipo de investigadores españoles acaba de desenterrar en la garganta de Olduvai (Tanzania) un conjunto de fósiles que demuestran que el Homo ergaster, el tatarabuelo de todos los humanos, ya se alimentaba de elefantes hace 1,3 millones de años.
El hallazgo va mucho más allá de revelar las costumbres gastronómicas de los primeros humanos, como explica uno de los codirectores de las excavaciones, el profesor de Prehistoria en la Universidad Complutense de Madrid Manuel Domínguez-Rodrigo. "Teníamos constancia de que los primeros humanos consumían animales de hasta 300 kilogramos, pero alimentarse de elefantes, de varias toneladas, implica un gran cambio", asegura. En algún momento, los Homo ergaster, posiblemente descendientes del primer humano, Homo habilis, "se juntaron", como interpreta con cautela Domínguez-Rodrigo, a falta de análisis exhaustivos que llegarán pronto. "De repente, parece que tenían más bocas que alimentar. Habían formado grupos grandes, en lugar de moverse en solitario o en pequeños grupos", señala el científico.
Su equipo, ahora integrado en el recién creado Instituto de Evolución en África, acaba de finalizar su quinta campaña de excavaciones en Olduvai, la cuna de la humanidad. Han hallado fósiles de elefantes con marcas de herramientas de piedra. Y también de sivaterios, enormes parientes de las jirafas ya extintos, devorados por los humanos.
"Sabemos quién hizo esto", presume el profesor. Junto a los restos de animales han aparecido dos fósiles de Homo ergaster: un radio y un fémur. Es la primera vez que se desentierra el radio un hueso del antebrazo de un ejemplar de esta especie, pero el hallazgo más importante podría ser el hueso de la pierna, el fémur. La actual descripción física de los Homo ergaster se apoya en extrapolaciones a partir de un esqueleto descubierto en 1984 cerca del lago Turkana, en Kenia. El problema es que aquel individuo, que murió hace 1,6 millones de años por una muela picada, era un niño. Medía 1,60 metros y la comunidad científica calculó entonces que habría crecido hasta 1,85 metros. El nuevo fragmento de fémur, presentado ayer en la Universidad de Alcalá de Henares, servirá para poner de una vez por todas una longitud fiable a nuestro tatarabuelo. "Una de las prioridades ahora es averiguar la talla del Homo ergaster,", narra Enrique Baquedano, codirector de los trabajos en Olduvai.

Fuente: Público: http://www.publico.es/ciencias/326323/humanos/comian/elefantes/millones/anos

martes, 22 de junio de 2010

El ancestro de 'Lucy' ya andaba de pie (Etiopia)





El ancestro de 'Lucy' ya andaba de pie (Etiopia)

Los huesos de un nuevo australopiteco desenterrado en Etiopía acaban de corroborar que estos posibles antepasados del hombre ya andaban siempre sobre dos piernas hace 3,58 millones de años. Así lo creen los investigadores de EEUU y Etiopía que en 2005 hallaron el esqueleto más antiguo y completo de un Australopithecus afarensis adulto, al que han llamado Kadanumu. Significa hombre grande en afar, la lengua que se habla en la región al norte de Etiopía donde se encontraron sus restos.
"Esta especie ya no mostraba rasgos físicos de un animal que trepa por los árboles y se cuelga de ellos como el chimpancé", explica a Público Owen Lovejoy, investigador del Museo de Historia Natural de Cleveland (EEUU) y autor principal de la descripción de Kadanumu en PNAS.
Se trata del espécimen más completo desde Lucy, una afarensis encontrada en 1974 en Hadar, una localidad al sur de la región de Afar. Lucy fue un hallazgo histórico, pues conservaba parte de su cráneo. El esqueleto permitió determinar su sexo y que presentaba la estatura de una niña de 7 años actual. Sus descubridores concluyeron que, hace 3,2 millones de años, los afarensis tenían una capacidad cerebral mucho menor a la del hombre, pero ya andaban la mayor parte del tiempo sobre dos piernas. Las pruebas no bastaron a otros expertos, que opinaron que Lucy era más simiesca y probablemente no estaba equipada para vivir siempre sobre dos extremidades. Otra incógnita era la estatura de los afarensis adultos y cómo de desarrollado tenían su cerebro.
El esqueleto de Kadanumu responde una de esas preguntas y deja la otra en suspenso. Los investigadores no han encontrado ni rastro de su cráneo. Sí han recuperado suficientes huesos de sus extremidades y tórax, incluidas su clavícula y algunas vértebras, que permiten concluir que los afarensis estaban equipados para andar tan bien sobre dos piernas como lo hace un sapiens. "Sus hombros y caja torácica nos muestran que eran más parecidos a los humanos de lo que pensábamos", explica Lovejoy.
Una de las piezas clave de este nuevo esqueleto es su omóplato, pues los restos de Lucy carecían de esta pieza. Comparada con la de un gorila, un chimpancé y un humano moderno, la pieza es más similar a la de esta última especie. Su cadera refuerza el bipedalismo e indica que un afarensis similar a Kadanumu fue el que dejó las famosas pisadas fósiles de Laetoli, en Tanzania, que dan fe de bipedalismo hace unos 3,5 millones de años. Aunque los expertos no han encontrado ni rastro de los pies ni de las manos de Kadanumu, estiman que su estatura estuvo entre 1,52 y 1,67 metros, mucho más de lo que medía Lucy, explica Lovejoy.
Confirmación
Los expertos concluyen en su artículo que el bipedalismo apareció muy temprano y que su diseño fisiológico permaneció prácticamente intacto durante millones de años, dadas las similitudes de la cadera de Kadanumu con la de un Homo erectus que vivió en Etiopía 2,2 millones de años después.
"Los resultados muestran que afarensis ya estaba muy avanzado en el camino evolutivo que llevaría a otros homínidos", opina Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de Madrid y excavador de la garganta de Olduvai en Tanzania, otra de las cunas de la familia humana

Fuente: Público: http://www.publico.es/ciencias/322461/ancestro/lucy/andaba/pie/australopiteco/desenterrado/etiopia