RAFAEL FRAGUAS - TITULCIA - 27/10/2010
La suerte premia la perseverancia. Ocho años de investigaciones y excavaciones arqueológicas en la localidad meridional de Titulcia, han culminado con la presentación pública de un trofeo deslumbrante. Tiene 2.600 años de vida: se trata de una pátera de plata con sobredorados de oro, que lleva labrada la potente representación de un felino nimbado por serpientes, orlada con una cenefa dentada. Esta orfebrería suntuaria, hasta ahora vedada a la vista del público, consiste en una fuente circular, de 18 centímetros de diámetro y de unos 150 gramos de plata purísima. Data del siglo IV antes de Cristo y pertenece, con toda certeza, a un ajuar sacrificial de la aún muy desconocida cultura carpetana, que precedió a la romanización de la península Ibérica.
En el verano de 2009, el joven arqueólogo Ángel Rellero, de 31 años, descubrió en el paraje llamado El Cerrón de Titulcia esta joya de incalculable valor arqueológico. Se hallaba depositada en el interior de un agujero horadado en el suelo por quienes quisieron guarecerla hace 25 siglos. Al contemplar su magnificencia, se dijo para sus adentros: "Nunca volveré a encontrar algo así en toda mi vida". Posiblemente tenía razón. La pátera se encontraba depositada a unos 50 centímetros de profundidad bajo el suelo de unos terrenos situados en la zona alta de Titulcia, villa agrícola cargada de historia, a caballo entre los ríos Jarama y Tajuña.
"Una mesopotamia en chiquitito", admite José Polo, responsable del equipo que ha protagonizado la excavación, en referencia a la ubicación intrafluvial del enclave madrileño. "Es un paraje de importancia estratégica, por ser encrucijada de rutas que unían el centro de la península con el norte, el sur y levante", explica Inmaculada Rus, arqueóloga de la Comunidad de Madrid. Hace ocho años, ella proyectó esta actuación arqueológica, precedida por numerosos estudios. En la excavación han intervenido de manera directa siete arqueólogos, dos restauradores y un especialista en metales, precisa José Polo. La supervisión científica ha corrido a cargo del catedrático Juan Blánquez.
La suntuaria fuente, destinada a libaciones rituales, se hallaba inserta en un mazacote de arena. Envuelta en un tejido fuerte, parcialmente conservado, permanecía alojada en un receptáculo con tres aberturas hendidas bajo el suelo de adobe de un edificio, quizás un templo o casa principal, del que subsiste su planta. En la base de sus muros se observan abatimientos atribuidos a la irrupción de agentes hostiles.
Si bien no han culminado aún las pruebas con carbono 14 para la datación exacta de la Medusa de Titulcia, como comienza a llamarse a este tesoro, el Museo Arqueológico Regional, con sede en Alcalá de Henares, adonde fuera enviada para su limpieza y restauración, se dotó previamente de un potente instrumental láser para tratarla sin poner en peligro su hechura.
"La importancia de esta pieza de excelsa orfebrería íbera reside en que permite documentar el rango social de los moradores carpetanos de la Titulcia prerromana, ya que la riqueza de la pátera, por la representatividad de su jerarquía y por su refinada estética, no estaba al alcance más que de unos pocos". La decoración incluye un felino de feroces fauces, que José Polo asocia a iconos orientales. "La pátera es una prueba de adscripción de este grupo social de la Carpetania prerromana a las corrientes culturales continentales", añade.
Inmaculada Rus, por su parte, remarca: "Con certeza, se trataba de un objeto empleado en libaciones rituales mediante las cuales se devolvía a la tierra, de modo simbólico, algunos de los frutos que la tierra ofrece". Así, en el contorno mismo del hallazgo se han encontrado además restos de una gran cesta de esparto llena de grano, además de abundante cerámica, fíbulas o hebillas, un punzón y algunos utensilios.
Fuencisla Molinero, alcaldesa de Titulcia, rebosaba ayer de alegría. "Quiero convertir la pátera en el emblema heráldico de nuestro pueblo", aseguraba junto al Vicepresidente regional, Ignacio González, que acudió a la presentación de la Medusa. La primera edil se muestra firmemente comprometida en desarrollar el valor patrimonial que, asegura, su pueblo atesora en el subsuelo. "En su dominio no se acomete obra alguna sin que se observe la legislación que declara gran parte de su término municipal área de reserva arqueológica", destaca Inmaculada Rus.
La existencia de la Titulcia romana, que se supone enclavada bajo esta villa madrileña, aún no ha podido ser probada por completo. Sin embargo, una necrópolis del siglo IV, con tres centenares de enterramientos, más una trama urbana ortogonal, con el eje decumano incluido, así como la disposición de los cultivos, el ámbito ribereño de su lar, la articulación del paisaje y del territorio inmediatos, preludian que los días de nuevos hallazgos están próximos. Desde luego, entusiasmo no faltaba ayer en Titulcia, cuya población acudió en masa al mediodía al Ayuntamiento para ver expuesta su querida medusa. Dada su afluencia, algunos vecinos fueron invitados a retrasar hasta la tarde su visita. A partir de mañana, el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares albergará la espléndida pátera titulciana.
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