miércoles, 12 de mayo de 2010

El centro de interpretación incorpora una visita virtual por Maltravieso

El centro de interpretación incorpora una visita virtual por Maltravieso
El centro de interpretación de la cueva de Maltravieso abrió ayer de nuevo sus puertas tras someter a sus instalaciones a una reforma integral basada en la modernización y adaptación del espacio expositivo a las nuevas tecnologías. A partir de ahora será posible realizar paseos virtuales por la cueva ya que las visitas reales a la cavidad resultan imposibles, porque permanece aún cerrada a la espera de que los estudios certifiquen que su apertura no supone ningún peligro para su conservación. En estas visitas se puede ver una réplica exacta de lo que es el yacimiento y observar una copia de los utensilios, huesos, pinturas y grabados encontrados.
Una película de ocho minutos que explica la vida en el Paleolítico completa la reforma y modernización del centro, que ha estado cerrado seis meses (desde noviembre del 2009). "Es una manera de adaptar el espacio a los escolares. La película resume de una forma pedagógica la vida de nuestros antepasados", explicó la Leonor Flores, titular de la Consejería de Cultura (organismo que ha llevado a cabo la reforma), durante la inauguración del museo a la que también asistieron la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, y la directora de Patrimonio, Esperanza Díaz.
Con nuevos elementos tecnológicos el centro de interpretación ofrece un reflejo de la cueva a través de cuatro bloques temáticos a través de los que se puede conocer desde el proceso de formación de un karst, hasta los primeros indicios de ocupación, el arte parietal de la cueva o el descubrimiento de la cavidad y las distintas intervenciones que se han llevado en ella.
Maltravieso fue refugio de cazadores recolectores de hace 350.000 años y supone un centro de referencia del modo de vida del paleolítico medio y el paleolítico superior. Fue descubierta por el cacereño Carlos Callejo en 1951. El centro de interpretación, que se construyó en 1999, pertenece al Ayuntamiento de Cáceres, pero el gobierno local cedió el espacio a la Junta de Extremadura para su explotación pública. Desde su apertura más de 30.000 personas (según datos de Cultura) han pasado por sus salas y han paseado y recordado cómo fueron los orígenes de la vida de los cacereños.

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