No da tiempo. Fuentes de la Consejería han informado de que la ingente cantidad de documentación que han recibido de la Jefatura Territorial de Cultura -hace apenas dos semanas- ha impedido a los integrantes de la Comisión Cultural de Castilla y León llevar el asunto de Lancia a la reunión de mañana viernes. Es decir, la decisión acerca de la modificación o no del trazado de la A-60 a causa de los hallazgos en el yacimiento lanciense se demorarán al menos un mes. En cualquier caso, las mismas fuentes aseguran que la intención de la Dirección General de Patrimonio es que este asunto quede resuelto antes de las elecciones y señalan que se celebrará una comisión extraordinaria a finales de marzo en la que con toda probabilidad se tratará el tema de la autovía: «La intención de la Consejería de Cultura y Turismo es resolver este asunto cuanto antes y con el máximo rigor, por lo que espera que se trate en la siguiente comisión, que tendrá lugar a finales de marzo». El acuerdo que tomen los miembros de este organismo será definitivo, por cuanto que se toma por mayoría, no por unanimidad. Y es que hay que recordar que esta 'patata caliente' ha llegado a Valladolid después de que la Comisión de Patrimonio de León no llegara a un acuerdo acerca de la conveniencia de respetar el trazado de la A-60 o bien instar a Fomento a modificarlo en virtud de los restos aparecidos en las excavaciones desarrolladas durante el verano.
Dos votos en contra . El voto contrario de dos de los integrantes de la Comisión -Luis Grau, director del Museo de León, y Jesús Celis, responsable del Instituto Leonés de Cultura y uno de los directores del yacimiento de Lancia- impidió llegar a la unanimidad necesaria para detener el dilema en la provincia. Ambos defendieron que la importancia de los descubrimientos hacía conveniente su conservación y la consiguiente modificación del trazado de la autovía. En el caso de Grau Lobo, las actas de la Comisión reflejan su voto en contra por el hecho de que «una obra nueva, más si es pública, no debe causar demérito o perjuicio a un elemento patrimonial que, como en este caso, se trata de un Bien de Interés Cultural, y en especial si existe alternativa para evitarlo». El director del Museo de León defendió que existían trazados o soluciones alternativas que evitarían la destrucción o «su soterramiento sine die y destacó que cabía recurrir a ellos para salvaguardar esa integridad. «Se trata de un emplazamiento arqueológico excepcional, por lo que no debe sorprender el hecho de que, tras constatar la evidencia de que los testimonios de su presencia se ven afectados decisivamente por el trazado elegido, deba optarse por variar ese trazado».
Por su parte, Jesús Celis, que ya presentó en el 2004 un escrito de alegaciones en contra del trazado presentado por Fomento, destacó en su voto en contra que la importancia de los restos descubiertos -hornos, talleres, una mutatio, unas termas, unos horreos y áreas de residencia- tendrían que llevar a la administración a replantear el trazado aprobado. Asimismo, destacaba que en el caso de que dicha modificación no fuera posible se debería contemplar la posibilidad de elevar la infraestructura viaria y que así ésta fuese compatible con la preservación de los restos arqueológicos y la ampliación de la investigación arqueológica.
La Comisión de Patrimonio acordó el 29 de enero de 2008 informar favorablemente las obras en el ámbito de delimitación de la zona arqueológica de Lancia. En dicha Comisión, se votó exigir a Fomento la puesta en marcha de excavaciones arqueológicas, si bien ninguno de los miembros de la misma dejó constancia de su oposición a las obras.
Fuente: Diario de León: http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=588756
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