El campamento de la Legio VII no estaba aislado. Ángel Morillo, profesor titular de Arqueología Romana de la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto decenas de nuevos asentamientos romanos e indígenas, dos campamentos inéditos, torres de vigilancia y vías de comunicación que ofrecen un mapa más complejo del León romano. Es un trabajo de años. Los vuelos de prospección, autorizados por la Junta, le han permitido obtener «miles y miles» de fotografías aéreas de la provincia -que ha analizado una a una- para descubrir yacimientos que no figuran en el mapa arqueológico oficial.
Los vuelos con avioneta han sido claves para certificar que los 10.000 habitantes -entre militares y civiles- acantonados en la Legio VII en el siglo I estaban perfectamente comunicados con otras ciudades de Hispania. En estos 'barridos' aéreos, Morillo ha localizado nuevas villas romanas, algunos castros indígenas (de astures) y un entramado viario que ha podido dibujar con exactitud. Procesar toda la información le llevará años; además, de visitar sobre el terreno los nuevos hallazgos. En algunos casos, dependiendo de la importancia de los enclaves, habrá nuevas 'lecturas' del subsuelo, mediante el georradar, e, incluso, excavaciones con pico y pala. Este ambicioso proyecto arqueológico aéreo no se ha limitado a León. De hecho, Morillo localizó en territorio asturiano un importante asentamiento militar romano que el Principado va a excavar próximamente.
El investigador considera que Google Earth, el georradar, así como los vuelos fotográficos, son «herramientas de primer orden» para la arqueología moderna. El historiador madrileño afirma que además de detectar con precisión nuevos yacimientos, estas herramientas «ahorran dinero público». «Ya no se excava a ciegas», dice. Como ejemplo, cita la polémica suscitada por la aparición de una 'nueva Lancia' en el trazado de la futura autovía León-Valladolid (A-60) o la villa romana hallada en Puente Castro, descubierta con motivo de la construcción de un vial en la Lastra. «Si previamente se hubiera hecho una prospección aérea se habrían ahorrado muchos problemas», asegura.
En el 2005 Morillo ya inició el 'barrido aéreo' del alfoz de la capital para descubrir restos arqueológicos que permitieran reconstruir hasta dónde extendía su influencia la Legio VII. Teniendo en cuenta que es el único destacamento que permanecerá hasta el final de la presencia romana en Hispania -junto a sus unidades auxiliares-, Morillo quería probar que el entramado urbanístico fue más complejo del que se había localizado hasta la fecha. Las fotografías aéreas le han dado la razón, aunque la investigación no está cerrada aún.
Los resultados, en Burdeos. En un principio, el historiador madrileño, ex profesor de la Universidad de León, pensaba abarcar únicamente el territorio que rodea la capital leonesa, en un radio de veinte kilómetros. Pero ha acabado prospectando toda la provincia, incluidos los pasos a Asturias, el Bierzo, Astorga, Lancia y el interior. Los vuelos también llegaron a Burgos y otras provincias de la Comunidad, aunque Morillo ha preferido centrarse exclusivamente en León. El historiador presentó estos descubrimientos en un reciente congreso sobre arqueología romana celebrado en Burdeos y pronto saldrá una publicación con los hallazgos. Morillo desvela que ha encontrado «muchas sorpresas». Sin dar las coordenadas de los nuevos yacimientos, reconoce que ha localizado villas romanas, asentamientos militares menores, encargados de vigilar las rutas, así como bases de apoyo y aprovisionamiento -granjas que surtirían de alimentos a los legionarios-. Como dato, explica que la vía que unía Lancia con el Ebro «se ve perfectamente» en las imágenes aéreas.
Fuente: Diario de León: http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=589958
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