Las obras iniciadas las pasadas semanas en la Plaza de San Marcos, donde la Diputación provincial tiene sus instalaciones, han dejado al descubierto parte de la cimentación del hospital de Isabel II y restos del basamento de un acueducto romano con el que los habitantes de la época se surtían del líquido elemento. Hace años que se tenía conocimiento de la existencia de un acueducto romano dentro de la ciudad que había sido arrasado y cuyo trazado se empezó a definir en los últimos tiempos, próximo a la zona en la que ahora ha quedado al aire un nuevo trozo "de un tamaño considerable".
Realizar excavaciones en Lugo siempre ha traído consigo numerosas sorpresas arqueológicas. Tanto es así que en las últimas obras acometidas por la administración local en el centro de la ciudad se han descubierto restos importantes, alguno de los cuales se pondrá en valor en los próximos meses, como la piscina de la Plaza de Santa María. Hoy se les suma "un importante hallazgo", tal y como ha definido la responsable de arqueología del Ayuntamiento de Lugo, Covadonga Carreño.
El director de la excavación, Celso Rodríguez, ha apuntado que la cimentación del hospital ha permitido conocer las dimensiones del proyecto arquitectónico que definió como "bastante más amplio" que el edificio que actualmente alberga la Diputación. El acueducto sufrió las consecuencias de la cimentación rompiendo su trazado inicial, aunque los trabajos realizados han permitido la recuperación de varios metros de la traída de agua.
Tal y como han explicado los técnicos sobre el terreno, ahora resta por determinar si el tramo fue reaprovechado por el obispo Izquierdo, a mediados del siglo XVIII, para surtir de agua a Lugo. La parte que quedó a la vista al inicio de las obras permitirá concretar los momentos cronológicos exactos y saber qué tipo de muro era, así como el servicio que prestaba.
Técnicos municipales valoran el hallazgo que consideran "de gran importancia", ya que además permitirá conservarlos sin la necesidad de que los trabajos de construcción de una gran plaza frente al edificio institucional tengan que paralizarse o verse afectados por el descubrimiento.
Las obras han permitido recuperar, además, piezas cerámicas romanas similares a las aparecidas hace unos meses en la plaza de Santo Domingo, una obra paralizada durante varios días por la Xunta de Galicia al carecer del control arqueológico pertinente para llevarse a cabo.
El alcalde de la ciudad de las murallas, José López Orozco, también ha querido participar sobre el terreno en el conocimiento del hallazgo, donde destacó su importancia "por permitir que sigamos avanzando en el conocimiento de nuestra ciudad". A la espera de los informes pertinentes, el mandatario barajaba la posibilidad de que los restos pueden "permanecer visibles" a través de una ventana arqueológica, con las condiciones exigidas.
Puesta en valor del patrimonio
En varias zonas del centro urbano han aparecido restos en los últimos años, como en Doctor Castro o Rúa Nova, donde se descubrieron mosaicos de cerámica que en la actualidad permanecen bajo tierra ante la imposibilidad de mantenerlos expuestos. El Ayuntamiento de Lugo, a través del Plan Urban, sigue adelante además con la puesta en valor de un importante hallazgo descubierto en los años 60 al realizar los trabajos de pavimentación del entorno de la Catedral. Quedaba al descubierto la piscina romana de Santa María, un pequeño depósito de agua fría perteneciente a un complejo termal o de un baño doméstico.
En aquel momento la falta de recursos para extraerla obligó a conservarla bajo el pavimento de la plaza. Los técnicos decidieron sellarla con una capa de arena y trasladar al museo provincial los fragmentos del mosaico desprendidos. Ahora el Ayuntamiento trabaja en su restauración con un acabado en vidrio transparente que permita hacerla visible al público.
Fuente: El Mundo: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/03/galicia/1299171975.html
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